jueves, 2 de septiembre de 2010

Stephen Hawking descarta la existencia de Dios

Afirma que el Universo se creó de la nada, de forma espontanea
Esto sería posible gracias a las leyes de la Física
Descarta por completo la existencia de un Dios creador


RTVE.es / AGENCIAS
02.09.2010 - 13:08h"El Big Bang fue una consecuencia inevitable de las leyes de la Física y se creó de la nada". Así de tajante se muestra el científico británico Stephen Hawking en su último libro, 'The Grand Design' o 'Magnífico Diseño' en el que desgrana una serie de teorías sobre la creación del Universo.
Gracias a la gravedad, el universo puede y podría crearse por sí mismo de la nada
En el manuscrito, coautorizado por el físico norteamericano Leonard Mlodinow, Hawking apunta que "porque existe una ley como la gravedad, el Universo puede y podría crearse por sí mismo de la nada. La creación espontánea es la razón por la que es redundante el papel de un creador del mismo".
Los estractos de este nuevo libro han sido adelantados por el diario The Times. Hawking renuncia así a sus opiniones anteriores expresadas en su obra "Una Breve Historia del Tiempo", en la que sugería que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios creador y la comprensión científica del universo.
Hawking señalaba que, de acuerdo con las leyes de la Física, no es muy difícil creer que Dios intervino en el Big Bang. "Si desciframos la teoría completa se descubrirá el último triunfo de la razón humana. Hasta entonces debemos tener en cuenta la importancia de Dios", puntualizaba
En su nuevo libro, que sale a las librerías el 9 de septiembre, una semana antes de la visita del Papa a Gran Bretaña, Hawking sostiene que la moderna ciencia no deja lugar a la existencia de un Dios creador del Universo.

Otros soles
Según Hawking, el primer golpe asestado a esa teoría fue la observación en 1992 de un planeta que giraba en órbita en torno a una estrella distinta de nuestro Sol.
La feliz combinación de distancia Tierra-Sol no es singular
"Eso hace que las coincidencias de las condiciones planetarias de nuestro sistema- la feliz combinación de distancia Tierra-Sol y masa solar- sean mucho menos singulares y no tan determinantes como prueba de que la Tierra fue cuidadosamente diseñada (por Dios) para solaz de los humanos", escribe Hawking.
Según Hawking, que fue hasta el año pasado profesor de matemáticas de la universidad de Cambridge, puesto que ocupó en su día el propio Newton, es probable que existan no sólo otros planetas, sino también otros universos, es decir un multiuniverso.
En opinión del científico, si la intención de Dios era crear al hombre, esos otros universos serían perfectamente redundantes.
En su libro, Hawking no excluye la posibilidad de que haya vida también en otros universos y señala que la crítica está próxima a elaborar una teoría de todo, un marco único capaz de explicar las propiedades de la naturaleza.
Eso es algo, recuerda The Times, que han estado buscando los físicos desde la épica de Einstein, aunque hasta el momento ha sido imposible reconciliar la teoría cuántica, que da cuenta del mundo subatómico, con la de la gravedad, que explica la interacción de los objetos a escala cósmica.
Hawking tiene 68 años y consiguió el reconocimiento internacional con la edición de su libro 'A Brief History of Time' ('Una breve historia del tiempo'), de 1988, que narra los orígenes del Universo, y además es reconocido por su investigación en los agujeros negros, las cosmología y la gravitación cuántica.
Desde 1974 trabaja por unificar las dos piedras angulares de la física moderna, la Teoría General de la Relatividad de Einstein, y la Teoría Cuántica.





Científico del Universo

Nació en Oxford (Gran Bretaña) el 8 de enero de 1942, donde estudió Ciencias Naturales y Física. Sufre una enfermedad degenerativa, que le impide moverse o hablar, que le diagnosticaron cuando tenía 20 años. Los médicos estimaron que no viviría para acabar sus estudios, pero Hawking, casado dos veces y padre de tres hijos, consiguió doctorarse y convertirse en uno de los líderes mundiales de la ciencia al descubrir la radiación de los agujeros negros.

El Papa asegura ante Hawking que no hay oposición entre fe y ciencia en el origen del mundo

Encuentro en Roma del pontífice con reputados científicos internacionales
"No hay oposición entre la fe católica y las ciencias empíricas en cuanto a la creación", afirma


EFE MADRID
El Papa Benedicto XVI ha asegurado que "no hay oposición entre lo que la fe -católica- entiende por creación y la evidencia de las ciencias empíricas", según ha declarado durante una audiencia con científicos en el Vaticano, entre los que se encuentra el físico Stephen W. Hawking.
El Pontífice se ha unido así a la línea de pensamiento que sus predecesores Pío XII y Juan Pablo II habían expresado durante sus respectivos pontificados en relación con las teorías de la evolución y la creencia en un Dios creador.
"Para poder desarrollarse y evolucionar, el mundo tiene que 'ser', por lo tanto, se puede decir que ha llegado de la nada al ser. En otras palabras, ha tenido que ser creado por el primer 'Ser', que es tal por esencia", ha explicado.
Asimismo, ha considerado que afirmar que "la fundación del cosmos y su desarrollo es consecuencia del deseo providencial del Creador no quiere decir que la creación sólo tiene que ver con el comienzo de la historia del mundo y de la vida". "Quiere decir, más bien, que el Creador es el fundamento de estos desarrollos y los soporta, los sujeta y sostiene continuamente", ha puntualizado.

"La creación no es un movimiento ni una mutación"

Según el Papa, santo Tomás de Aquino ya enseñaba que "la noción de la creación debe trascender el origen horizontal", es decir, "la historia" y por lo tanto "cualquier modo de pensar y hablar de la evolución del mundo que sea meramente naturalista".
"Tomás observaba que la creación no es ni un movimiento ni una mutación" sino que es "la relación fundacional y continua que liga a la criatura con el Creador". En síntesis, "es la causa de todo ser y llegar a ser", ha concluido.
El Papa ha pronunciado su discurso ante los participantes de la asamplea plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias del Vaticano, que comenzó este jueves y se centrará sobre el tema de la evolución del universo y de la vida. El encuentro, que durará hasta el próximo 4 de noviembre, contará con la participación de prestigiosos científicos de todo el mundo.
Encuentro en Roma del pontífice con reputados científicos internacionales
"No hay oposición entre la fe católica y las ciencias empíricas en cuanto a la creación", afirma



Punset afirma que el "pensamiento científico" de Hawking tiene "todas las de ganar"
Eduard Punset valora este nuevo episodio en la batalla entre ciencia y fe
El divulgador cree que el pensamiento científico va ganando terreno

VANESA RODRÍGUEZ
02.09.2010 - 17:01hEl último asalto en la vieja batalla entre Ciencia y Religión ha sido protagonizado por Stephen Hawking, que en su próximo libro descarta la existencia de Dios en la creación del Universo. "El Big Bang fue una consecuencia inevitable de las leyes de la Física y se creó de la nada". Así de tajante se muestra el científico británico en su último libro, 'The Grand Design' o 'Magnífico Diseño' en el que desgrana una serie de teorías sobre la creación del Universo.
El escritor y divulgador científico Eduard Punset resume para rtve.es esta lucha en "dos tipos de pensamiento básico: el pensamiento dogmático que ha prevalecido hasta ahora y que sigue ocupando o influenciando la mayor parte de los mecanismos de decisión social por una parte, y el método o pensamiento científico que ha contestado mediante la comprobación y la prueba experimental algunos de los postulados anteriores."
La batalla entre el pensamiento dogmático y científico ha sido desigual
El director de Redes añade que a lo largo de la historia la batalla ha sido "desigual" ya que el pensamiento científico "se caracteriza por ser reciente, tierno y solo consolidado en determinadas cuestiones"
Punset ve en las últimas afirmaciones de Hawking que poco a poco el pensamiento científico ha ido ganando "el espacio ocupado por el dogmático" y poco a poco "mediante la experimentación y la prueba científica se ha visto que la solución de determinados problemas no es la que mantenía el pensamiento dogmático sino otra bien diferente".
Una lucha "amorosa"
El divulgador recuerda otros momentos en los que el pensamiento científico ha rebatido creencias dogmáticas sostenidas durante siglos, como por ejemplo que la Tierra tenía unos cinco mil años. "Los geólogos y la teoría de la diversidad de las especies pudieron comprobar que la vida del Planeta era superior a los doce mil millones de años", explica.
Asímismo, añade que "hasta hace cuatrocientos años se asumía por el pensamiento dogmático que la Tierra era el centro del universo y que todo giraba alrededor de ella; Copérnico pudo demostrar, en cambio, que la Tierra no era el centro del universo y otros científicos demostraron luego que ni siquiera podía afirmarse que teníamos domicilio fijo, puesto que nuestra galaxia se expansionaba con el Universo".
Punset señala que esta batalla constante entre los dos tipos de pensamiento "lejos de ser despiada es casi amorosa" y aunque hoy en día todavía sigue prevaleciendo el dogmático, "el científico tiene todas las de ganar".

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sábado, 30 de mayo de 2009

ENTREVISTA/ Pedro Duque: "El sistema Galileo es mucho mejor que el GPS y tiene requisitos diferentes"

ALICIA RIVERA - Madrid - / El País.com

El astronauta e ingeniero aeronáutico Pedro Duque está, estos días, pendiente no tanto de naves espaciales tripuladas o viajes a la Estación Espacial Internacional, sino, sobre todo, de un satélite mucho más pequeño. Es un satélite de observación de la Tierra, el Deimos I, diseñado para dar servicios de teledetección a usos múltiples, desde agricultura de precisión hasta vigilancia del territorio, control de incendios o de plagas, etcétera. Duque es director de la empresa Deimos Imaging que ha creado ese satélite y que está lista para empezar su explotación. Pero tras 20 años de trabajo en la Agencia Europea del Espacio (ESA), y 14 de ellos como astronauta (dentro de unos días irá a Alemania a pasar sus exámenes y pruebas para mantener su cualificación como astronauta, aunque ahora esté en excedencia), Duque sigue muy de cera toda la actividad espacial, en cualquiera de sus facetas. Hoy ha asistido a la presentación del concurso europeo de aplicaciones comerciales del sistema europeo Galileo, de posicionamiento por satélite, celebrada en Madrid.

Pregunta: Europa está embarcada en su programa Galileo con todas sus velas desplegadas, como uno de los más importantes emprendidos en actividades espaciales. Sin embargo, ahí está el GPS estadounidense funcionando desde hace años y utilizado por millones de usuarios. ¿Es realmente novedoso el Galileo o se trata de lo mismo pero en versión europea?
Respuesta: Galileo es completamente diferente, aunque también sea localización por satélite, porque está concebido y construido desde el principio para un uso que requiere alta fiabilidad constante, controlable y demostrable en todo el mundo. El GPS estadounidense es un sistema militar, controlado por las fuerzas armadas, que cubre sus necesidades de fiabilidad en un momento determinado en una zona determinada, pero que no tiene por qué serlo siempre y en todas partes. En concreto, el Galileo está pensado para utilizarlo en la navegación aérea civil y eliminar las actuales restricciones de los caminos del cielo.
P. ¿Qué va a cambiar en el tráfico aéreo?
R. Los aviones ahora vuelan de faro a faro, esos faros son instalaciones electrónicas en tierra, lo único fiable para indicarles su recorrido. De un faro a otro van por caminos muy restringidos y se crean atascos. Galileo, sin embargo, va a permitir que los aviones vuelen sin depender de los faros en tierra.
P.¿No se puede hacer con el GPS de EE UU?
R. Es que no es fiable en todo momento y en todo lugar, y puede pasar que un avión no sepa exactamente dónde está en un momento dado. El GPS tiene tres modos de funcionamiento diferentes: el de alta precisión, que exige unos receptores específicos que solo tienen los militares estadounidenses; el civil abierto normal, que es el que usan los coches y los aviones ahora, y que podría usarse para controlar el tráfico aéreo, si no existiera el tercero, el civil con error aleatorio, que puede introducir en cualquier momento el responsable militar estadounidense. Si se hace a los satélites funcionar en este último modo, todos los receptores de GPS del mundo darían errores de cientos de metros.
P. ¿Realmente podrán fiarse los aviones completamente de las señales Galileo?
R. Tiene que ser una señal estable y buena hasta el punto, como se define técnicamente, de confiarle la vida de las personas (de los pasajeros), lo que exige unos sistemas informáticos, de software, cuya fiabilidad sea de categoría similar, por ejemplo, a la de los aparatos médicos, como los de cirugía robotizada, y en este software está trabajando la industria española de altísimo nivel. El sistema Galileo es mucho mejor que el GPS y más moderno; además tiene requisitos diferentes.
P. También el GPS se está modernizando.
R. Si, claro, pero es imposible poner en marcha un sistema en el que se apoye y base el control del tráfico aéreo, si los responsables de ese tráfico aéreo no tienen la máxima autoridad del sistema.
P. Se cuenta con muchas más aplicaciones de Galileo.
R. Es que una vez que logras tener una señal totalmente fiable para poder guiar el tráfico aéreo, encuentras muchas más aplicaciones en otros usos que también necesitan señales de posicionamiento fiables. Por ejemplo, puedes optimizar y abaratar los tráficos mercantiles, los desplazamientos de coches y de flotas de camiones, etcétera.
P. Las previsiones de rentabilidad económica del sistema Galileo parecen apabullantes. Se habla de cientos de miles de millones de euros.
R. Sólo con extrapolar todas las posibles aplicaciones y contar el número de usuarios y de receptores, todos los coches...
P. Usted se dedica ahora a la observación de la Tierra desde satélites. ¿Se complementa esto de alguna manera con el Galileo o son dos áreas de actividad independientes?
R. Son complementarias. Con el satélite de teledetección, por ejemplo, podemos ver qué actividades agrícolas se necesitan en un lugar determinado y el GPS conducirá las maquinarias a ese sitio. Es lo que se llama agricultura de precisión y en ella se combinan ambos servicios: la teledetección te dice dónde abonar y cuánto, y Galileo lleva la máquina exactamente al lugar donde hay que abonar. Esto supone un importante ahorro porque ganas eficacia ya que no echas abono de más, reduces costes y contaminas menos. Desde luego para esto no necesitas la precisión de posicionamiento que exige el tráfico aéreo pero sí supone un avance importante. Los agricultores solo se pondrán en manos de la localización cuando vean que es confiable.
P. Usted ha resaltado en su presentación que Europa invierte en actividades espaciales la séptima parte de lo que invierte EE UU.
R. Sí, y es una estimación conservadora. Son los datos del Libro Blanco del Espacio Europeo, pero en la comparación deja de lado la inversión espacial militar estadounidense, que supone la mitad del total allí. Esto significa que, como en Europa el gasto espacial militar es sólo el 10% o el 20% del total, la desigualdad real es muy superior a esa séptima parte.
Europa no ha dado al espacio la prioridad que le ha dado EE UU. Nosotros somos muy buenos, avanzamos muy rápido, somos eficaces tanto desde el punto de vista organizativo como de las personas, porque nos hemos tenido que espabilar ante tal desigualdad de inversión, pero la distancia que nos lleva EE UU en el espacio es cada vez mayor. Esto es grave por muchos motivos, incluido el hecho de que el espacio es un sector clave para crear vocaciones de ingenieros y de científicos, además del impacto económico que tiene en la aparición, siempre impredecible, de nuevos métodos, conocimientos y tecnologías.
P. ¿No es un poco un mito esto de las aplicaciones de las actividades espaciales fuera del entorno espacial? Se habla mucho de esto pero a veces cuesta identificar esos efectos.
R. No es un mito. El espacio tiene un efecto enorme en muchas áreas, algunas insospechadas. Por ejemplo, hay grandes arquitectos que están utilizando el programa Catia, diseñado por Marcel Dassault para diseñar estructuras aeroespaciales. Frank Gehry utilizó el Catia para hacer el museo Guggenheim de Bilbao; le permitió calcular la forma correcta de los anclajes para, con esas formas tan imaginativas, no superar la resistencia de los materiales de ese edificio. Tú creas cualquier forma mecánica y el Catia te indica cómo fabricarla. Pero, además de las aplicaciones directas de desarrollos espaciales en telecomunicaciones, navegación o teledetección, el espacio fomenta una cultura de la exactitud, del ahorro y de los equipos que tienen que funcionar a la primera sin fallos. La verdad es que en la industria, en general, falta todavía mucha cultura de la ingeniería aeroespacial por lo que ésta supone de exactitud, seguridad y eficacia.
P. Usted también ha apuntado otro dato comparativo: China e India juntas invierten ya en espacio lo mismo que Europa.
R. Sí, y, teniendo en cuenta que en China los costes de personal son mucho más bajos que en Europa, en realidad están ya muy por delante de nosotros. El espacio es en China un objetivo de Estado dirigido en las tres líneas: aumento del conocimiento, desarrollo económico e inspiración. ¿En qué región del mundo hay tortas por entrar en las escuelas de ingeniería y en las facultades de ciencias? En China.
P. ¿Europa debería reaccionar y multiplicar su esfuerzo espacial?
R. Sí, desde hoy. El programa Galileo, como el GMES de observación de la Tierra (Copérnico), van en esa dirección y la visión de la Unión Europea suple en cierta medida las dificultades de los Estados para variar la asignación de los recursos ágilmente.
P. ¿Esta afectando la crisis económica al sector espacial?
R.P. Pese a que hay mucha actividad espacial de empresas privadas, parece que sigue siendo una actividad dependiente sobre todo de la inversión pública.
El espacio depende de que el desarrollo de conocimientos, los primeros pasos y lo más difícil se haga con financiación pública, que tiene que empujar la rueda para que luego siga rodando sola. En telecomunicaciones ha sido así y el sector ya está rodando por sí mismo; en navegación por satélite estamos lejos aún pero deberá ser igual en el futuro. En teledetección, al menos esa es la apuesta que hemos hecho; los servicios básicos de agricultura y control del territorio también pueden generar suficientes beneficios para que el sector empresarial desarrolle sus propios sistemas espaciales.
P. ¿Cómo va el satélite Deimos I, de su empresa Deimos Imaging?
R. Está listo, empaquetado y esperando el lanzamiento. Estamos pendientes de que Roskosmos nos comunique la fecha.
P. ¿Cómo se siente trabajando en el sector privado después de 20 años en la ESA y de ellos 14 como astronauta?
R. Bien. Es trabajar en el espacio de otra manera, pero igualmente trabajar en el espacio. La experiencia de gestión es dura, pero como todo lo difícil muy enriquecedora, y la apuesta que hemos hecho genera mucha ilusión.

Ideas para Galileo
El nuevo sistema europeo de navegación por satélite, Galileo (un programa conjunto de la Agencia Europea del Espacio y de la Comisión Europea), abre una amplio panorama de aplicaciones que sus responsables quieren explorar. Como las buenas ideas no tienen por qué surgir exclusivamente en un puñado de centros especializados, sino que las mentes creativas pueden estar muy repartidas, se ha puesto en marcha un concurso abierto de ideas de aplicaciones de Galileo, y hoy se ha presentado en Madrid la nueva edición del concurso (www.galileo-masters.eu), la sexta, de la mano de la Comisión Europea y la Comunidad de Madrid.
Dos satélites experimentales de Galileo, el Giove A y el Giove B, están ya en órbita (desde 2005 y 2008, respectivamente), ha recordado Jaques Huguet, representante de la Comisión Europea en España. Otros cuatro satélites iniciales se lanzarán entre 2010 y 2011, y poco después empezará el lanzamiento de los 26 satélites que conformarán el sistema. "El mercado de productos y servicios derivados de Galileo puede llegar a alcanzar un valor de 400.000 millones de euros hasta el año 2025, según el Libro Verde de la CE", ha destacado en el acto Antonio Beteta, consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid.
Las ideas sobre cómo y para qué se puede usar Galileo se multiplican constantemente. Los ganadores del concurso del año pasado han propuesto un sistema de rescate y seguimiento de personas que se caigan de un barco, es decir, en situaciones de hombre al agua. Ha recibido uno de los galardones un sistema propuesto desde España, en concreto de los ingenieros del INTA Rafael Olmedo y Pablo de Miguel, que han ideado un sistema denominado e-warning "para alertar a los conductores con suficiente antelación sobre la presencia de obstáculos, como un vehículo averiado, en la carretera. Esto no sólo debe mejorar la seguridad en carretera, sino también aliviar la congestión del tráfico que un incidente de este tipo suele producir".
La convocatoria de este año, cuyo primer premio está dotado con 20.000 euros, se abrirá el 1 de mayo y se cerrará el 31 de julio. Pueden presentarse empresas, institutos de investigación, universidades y particulares.

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domingo, 10 de mayo de 2009

REPORTAJE/ La Audiencia Universal

El poder ilimitado para investigar crímenes en el extranjero crea conflictos diplomáticos - ¿Es preciso en medio del caos judicial?
MÓNICA CEBERIO BELAZA / MANUEL ALTOZANO 10/05/2009 / El País.com
Juicios sobre Guantánamo, Tíbet, Guatemala, El Salvador, Chile, Israel, Ruanda... La Audiencia Nacional tiene en estos momentos 13 causas abiertas por delitos de lesa humanidad producidos en distintos puntos del planeta. Un lector cuestionaba ayer en las páginas de este diario si, con el caos de la justicia española, la Audiencia tiene el deber de preocuparse por los delitos mundiales donde no hay ciudadanos españoles implicados. "¿No es más bien una obsesión egocéntrica de algunos jueces por acaparar titulares?", se preguntaba. Y recogía una inquietud repetida: los perjuicios diplomáticos que podrían causar a España estos procesos. Frente a este punto de vista, los defensores de la justicia universal apelan a un argumento ético: si nos creemos los derechos humanos, los crímenes más atroces deben perseguirse en cualquier lugar para evitar la impunidad. Los poderosos no pueden quedar impunes. Es una cuestión de democracia.

Los jueces españoles -egocéntricos o no-, no hacen sino aplicar la ley cuando abren estos procesos. La legislación española contempla desde 1985 la posibilidad de que se juzguen en España determinados delitos cometidos por españoles o extranjeros fuera del territorio nacional: genocidio, terrorismo, piratería y apoderamiento ilícito de aeronaves, falsificación de moneda extranjera, delitos relativos a la prostitución y corrupción de menores o incapaces, tráfico de drogas, tráfico ilegal o inmigración clandestina de personas, mutilación genital femenina -siempre que los responsables se encuentren en España- y cualquier otro que, según los tratados o convenios internacionales, deba ser perseguido en España. Y la competencia corresponde a la Audiencia Nacional.
Hasta 2005, hubo dudas sobre cómo debía interpretarse este artículo y si las víctimas o perjudicados debían ser españoles para que pudiera abrirse el proceso. Pero ese año habló el Tribunal Constitucional. Dio amparo a la activista guatemalteca Rigoberta Menchú y dijo claramente -en contra del criterio del Tribunal Supremo- que estos delitos podían investigarse aunque no hubiera conexiones con España. La Audiencia adquiría así la jurisdicción universal pura y absoluta.
La legitimidad para abrir este tipo de procesos no sólo deriva de la ley, sino también de un buen número de tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por España -Convenciones de Ginebra, Convención contra el Genocidio, contra la Tortura...- y que son, por tanto, de obligado cumplimiento. Otros países europeos que también los han firmado, como Francia, Alemania, Holanda o Italia, tienen también procesos de justicia universal abiertos, pero en un número muy reducido ¿Cuáles son las diferencias con España?
Son esencialmente dos: la primera es la exigencia de algunos países de que el delito tenga relación con el Estado que va a juzgar. La segunda, la posibilidad o no de ejercer la "acción popular", que implica que cualquier interesado puede presentar una denuncia aunque no le afecte de forma directa y que permite a las organizaciones de derechos humanos sostener una acusación aunque el fiscal se oponga. España no exige que el delito, víctima o delincuente tengan ninguna relación con el país y permite, sin restricciones, la acción popular, que está recogida en la Constitución, lo que no ocurre en países vecinos.
"En Francia, por ejemplo, se limita la justicia universal a casos en los que la víctima es nacional o hay intereses franceses en juego", explica el catedrático de Derecho Procesal Penal de la Universidad Carlos III de Madrid Víctor Moreno Catena. "En Alemania no se exigen estos requisitos pero el monopolio de la acción penal lo tiene el fiscal. Una asociación no puede, sin más, sin el apoyo del Ministerio Público, presentar una querella. En ambos países hay algún filtro. En España, ninguno. Es lo que nos ha convertido en gendarmes universales", añade.
Tampoco hubo filtros en Bélgica desde 1993 a 2003. Durante estos 10 años se acogió de forma amplia el principio de jurisdicción universal y se procesó, entre otros, a un ex ministro de Ruanda y al ministro de Asuntos Exteriores de Congo. También se abrieron causas contra el ex primer ministro de Israel Ariel Sharon por las matanzas de Sabra y Chatila y contra el Gobierno estadounidense por la guerra del Golfo y la guerra de Irak. "Al final se modificó la ley por los conflictos diplomáticos que se estaban generando y que se volvieron insostenibles", señala Moreno Catena. "Ahora España está sola como defensora de la jurisdicción universal pura".
Uno de los problemas es que no existe una Corte Penal Internacional en la que puedan presentarse querellas como las que están llegando a la Audiencia. El Tribunal de La Haya tiene muchas limitaciones, de forma que la gran mayoría de estos delitos quedarían impunes. "Y estamos hablando de los crímenes más atroces, de crímenes contra la humanidad", opina Manuel Ollé, letrado encargado, entre otros asuntos, de la matanza de jesuitas en El Salvador en 1989, entre los que estaba Ignacio Ellacuría. "Mientras los Gobiernos no tengan la voluntad política de crear un tribunal eficaz y efectivo, la única vía es la justicia universal implantada en el mayor número de países posible. Todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad con los derechos humanos".
¿Son eficaces los procesos? Sólo uno ha terminado con juicio y condena en España: el del ex capitán de corbeta argentino Adolfo Scilingo, penado por un delito de lesa humanidad. Se le consideró responsable de la muerte de 30 personas entre 1976 y 1977 -durante la dictadura militar en su país- y de la detención ilegal y torturas de otra. Y uno de los momentos de mayor protagonismo de la jurisdicción universal española fue la detención, en octubre de 1998, del ex dictador chileno Augusto Pinochet en Londres tras una petición del juez Garzón. Nunca llegó a Madrid, pero fue después juzgado en su país. Las órdenes internacionales de detención que se suelen dictar en estos procesos limitan la libertad de movimientos de los implicados, que se ven obligados a tomar cautelas para no ser detenidos en cualquier aeropuerto extranjero.
Pero incluso sin condena ni juicio, la apertura del proceso tiene consecuencias. La principal, remover a la opinión pública del país en el que se cometieron los hechos. Si es una dictadura, será imposible que se juzguen a sí mismos. Pero cuando se trata de una democracia, las cosas cambian. "Algunas de estas causas han tenido una eficacia simbólica importantísima y han generado procesos internos que han terminado con juicios en los países en los que se cometieron los crímenes", defiende Ramón Sáez Valcárcel, magistrado de la Audiencia Nacional. Las causas abiertas recientemente por Guantánamo han tenido un gran impacto mediático en EE UU -la noticia fue portada de The New York Times- y han sido celebradas por las asociaciones de derechos humanos, que creen que puede facilitar que se abra un procedimiento judicial en EE UU. La noticia adquirió tales dimensiones que incluso el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes, el demócrata John Conyers Jr., emitió un comunicado aplaudiendo la querella criminal española.
Es esa influencia la que hace incómodos estos procesos desde el punto de vista diplomático. El pasado jueves, el Gobierno chino advirtió de que sus relaciones con España podrían verse dañadas si la querella contra tres de sus ministros sigue adelante. La ex ministra de Exteriores de Israel, Tzipi Livni, llegó a pedir a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos una reforma legal tras la apertura de una investigación por un bombardeo en Gaza que mató a varios niños. Los jueces de la Audiencia repiten: "Estamos obligados a investigar; si el Gobierno no quiere que lo hagamos, que reforme la ley".
"Es cierto que la ley les permite abrir estos procesos por lo que nosotros, lo único que podemos hacer es limitar los daños que producen en nuestras relaciones con otros países y preservar los intereses españoles", afirma Elena Valenciano, portavoz de Exteriores del PSOE. La diputada socialista considera que estos asuntos no tienen mucho sentido en el contexto de colapso en el que se encuentra la justicia española. "Creemos que la ley debe modificarse para que las investigaciones tengan necesariamente conexión con intereses o ciudadanos españoles", para dejar el resto de los casos "a los tribunales internacionales".
Algunos juristas sostienen que no habría problema en limitar el ejercicio de la acción popular para impedir que las asociaciones de derechos humanos actúen por su cuenta y contra el criterio del fiscal. Es lo que está ocurriendo en estos momentos en la causa que el juez Eloy Velasco sigue contra varios asesores jurídicos de la Administración de George W. Bush por diseñar el entramado legal de Guantánamo. Entre ellos, el ex fiscal general -ministro de Justicia- Alberto Gonzales.
Otros aseguran, sin embargo, que "jurídicamente el Gobierno tiene poco margen de maniobra para limitar la justicia universal porque, aparte de la ley, están todos los tratados internacionales firmados y ratificados por España", como sostiene Gonzalo Boyé, abogado y encargado de los casos de Guantánamo e Israel. Y, en cuanto a la acción popular, el abogado Manuel Ollé opina que "limitarla supondría vulnerar la Constitución", que la recoge en el artículo 125. "Su anulación sería un paso atrás. Muchas víctimas han desaparecido o están muertas o no tienen capacidad ni medios para actuar". "Por otro lado, si todo dependiera de la Fiscalía, en cualquier conflicto con un país difícil sería en última instancia el Gobierno el que dirigiría el proceso, impulsándolo o parándolo según intereses políticos, no jurídicos", añade Boyé. "Al final sólo hay problemas con los poderosos. Los procesos que tienen como protagonistas a países pobres no han sido polémicos".
La otra cara de la moneda es el franquismo. La Audiencia Nacional rechazó ser competente para investigar las desapariciones de personas y sustracciones de niños durante la Guerra Civil y el franquismo. ¿Pueden juzgarse los crímenes del Tíbet y no nuestras propias historia? El argumento fue que, al ser crímenes cometidos en España, no era la Audiencia el tribunal competente, sino los juzgados de instrucción de cada localidad. "Es cierto que es paradójico y que debería haberse investigado, al menos", opina el magistrado Sáez Valcárcel. "Estábamos hablando de al menos 30.000 detenidos o desaparecidos a manos del Estado o paramilitares. Pero es un crimen internacional. En virtud de la justicia universal podría enjuiciarse en cualquier sitio".
En cuanto al coste y los medios dedicados a estos procesos sólo un ejemplo para tranquilizar a nuestro lector Manuel Cañedo. De las más de 500 causas abiertas en el Juzgado Central 4 -el que investiga a Israel o a Ruanda- sólo tres son de justicia universal. De los 2,5 millones de casos pendientes que hay en España, sólo el 0,0005 persiguen a estos presuntos delincuentes. Los más protegidos.

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lunes, 4 de mayo de 2009

LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA UNA OBRA DE ARQUITECTURA JURÍDICA

Andrés Campoy /Archenanews

Se puede considerar la transición española como un proceso singular, pues supuso el paso de un régimen autoritario a un régimen constitucional, sin desórdenes públicos y de forma gradual, utilizando los mecanismos jurídicos de modificación existentes en el régimen autoritario para paulatinamente ir modificándolos hasta conseguir un régimen constitucional totalmente diferente a la dictadura.
En este proceso fue importante el papel que desempeñaron las élites de las distintas tendencias que evitaron las movilizaciones populares, gestionando y negociando con enorme discreción y en algunos casos en secreto (legalización del Partido Comunista tras la “Matanza de Atocha”).
La intervención del Rey Juan Carlos I también fue decisiva en la transición inclinándose por el aperturismo, desencadenando la dimisión de Carlos Arias y nombrando a Adolfo Suárez en la Presidencia del Gobierno. Pero quizá el aspecto más significativo de la intervención del Rey, fue el respaldo a la legitimidad del Gobierno en el proceso reformador, que la izquierda española interpretó como aval de la derecha a la aceptación de las reglas del juego político.



Otro factor a destacar en la transición es que tras la muerte de Franco la sociedad observó que es sistema político se quedaba obsoleto y la sociedad se sentía oprimida por el sistema franquista basado en la agricultura, economía autárquica y catolicismo integrista.
En estas circunstancias solo se podía avanzar mediante el consenso político, evitando tensiones que en otra época hubieran ocasionado una guerra civil. Este consenso supuso grandes sacrificios y renuncias parciales de los partidos políticos en sus ideas y pretensiones, para conseguir que todas las ideas estuviesen representadas.

Suárez mediante el diálogo con las plataformas de izquierdas y las élites continuistas optó por la ruptura del régimen controlada por el Gobierno y patrocinada por la Corona. Siendo el instrumento de esta estrategia la Ley para la Reforma Política, que fue elaborada de acuerdo con las Leyes Fundamentales del Estado existentes, fue sometida al informe del Consejo Nacional del Movimiento y discutida y aprobada por las Cortes. Siendo sometida finalmente a referéndum del pueblo español el día 15 de diciembre

Esta Ley no derogaba expresamente ningún precepto pero si evidenciaba una ruptura hacia una nueva Constitución, estableciendo las condiciones para que los españoles se constituyeran como última instancia de soberanía. La Ley era breve explicitando la residencia popular de la soberanía, los derechos fundamentales de los ciudadanos, el pluralismo político y el sufragio universal.
Superados los trámites la Ley entró en vigor el 4 de enero de 1977 posibilitando a Suárez la eliminación de los obstáculos para la participación de la oposición en el proceso constituyente. Al mismo tiempo mediante Decretos Ley el gobierno procedió a desmontar la organización del Movimiento Nacional, la organización Sindical, legalizar la huelga, reforma electoral etc.
Tras las elecciones del 15 de junio de 1977 se formó una Comisión de Asuntos Constitucionales formada por siete miembros en representación de las fuerzas políticas mayoritarias, a los que posteriormente se les llamaría “Padres de la Constitución”.
El proceso de elaboración se alargó durante varios meses y tras la aprobación de los oportunos trámites parlamentarios, fue votada en referéndum en día 6 de diciembre de 1978, fecha que ha quedado instituida como Día de la Constitución Española.
La Constitución de 1978 es pues pluralista, de consenso, favorecedora de la alternancia, técnicamente rígida y propia de una sociedad avanzada.

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viernes, 24 de abril de 2009

Crisis: ¿no será la distribución de la riqueza?

La equidad no sólo es moralmente mejor, también resulta más eficiente
Sobra capacidad para producir. Falta capacidad para comprar
JUSTO ZAMBRANA 24/04/2009 / El País.com
Si algo se echa en falta en la galopante crisis económica que nos anega es la existencia de un marco teórico que permita explicar por qué ha pasado lo que ha pasado y, sobre todo, cómo recuperar la senda del crecimiento, a ser posible, equilibrado. La inmensa mayoría de los economistas, adeptos de las teorías neoclásicas en que había desembocado el monetarismo, callan. No sabemos si con propósito de enmienda o sólo a la espera de volver a la carga.
Por su parte, los contados neokeynesianos existentes y, masivamente, los líderes políticos se afanan en atajar una enfermedad cuyo diagnóstico no parece estar muy claro. Más parecen curanderos que médicos. Se recurre a Keynes, y es lo más sensato. No veo otra opción. Ocurre, sin embargo, que Keynes analizó la situación hace más de setenta años, y, desde entonces, muchas cosas han cambiado.
Dos resultan especialmente relevantes en la génesis de la crisis actual: una, la conversión del capitalismo industrial en capitalismo financiero. Hoy, de cada 100 transacciones que se realizan en los ampulosamente denominados "mercados", más de 90 son meramente financieras. Dinero por dinero.
La segunda es que el modelo keynesiano está referenciado hacia economías cerradas de Estado-nación y ahora la realidad es la de un mundo globalizado y, si se me permite el barbarismo, instantaneizado desde el punto de vista financiero. ¿Cómo hacer si el papel del rico prestamista, acumulador de capital, ya no es una gran industria nacional sino una nación nominalmente comunista llamada China? ¿Cómo controlar esta nueva multiplicación de los panes y los peces que son los "apalancamientos" financieros que crean dinero de donde no lo hay llevando las burbujas a las "exuberancias más irracionales"?
En este tipo de situaciones, nada más útil para abordar lo novísimo que echar mano de lo básico. Para la fronda del árbol, la raíz. Espero que si algún término suena a marxismo no se produzca un rasgar de vestiduras. Sobre acumulaciones, crisis y ciclos, Marx es un referente ineludible, tanto o más que Ricardo. A Marx le sobra Hegel, pero no Ricardo.
La crisis económica que se desencadenó en 1973 con la guerra del Yom Kippur y la subida de los precios del petróleo fue una crisis de oferta que marcó el fin de la era keynesiana, iniciada en los años treinta como respuesta a la Gran Depresión.
En la década de los setenta, la economía había entrado en situación de estanflación, inflación sin crecimiento. El diagnóstico que prevaleció fue que los salarios y los impuestos habían crecido tanto que no se generaba suficiente "excedente de explotación" para invertir al ritmo que la tecnología demandaba. Un sector público hipertrofiado e ineficaz ahogaría la iniciativa privada al mismo tiempo que exigía crecientes recursos que sefinanciaban vía déficit públicos, generadores, a su vez, de inflación al aumentar indebidamente la oferta monetaria. En términos de vieja economía política, una "caída de la tasa de ganancia del capital" provocada por un exceso de distribución de la renta. ¿Causantes? El Estado de bienestar pujante y las instituciones que lo acompañaban. Contra todo ello levantaron bandera política Reagan y Thatcher. Y hasta hoy.
Hoy deberíamos pensar que, como en 1929, estamos en la situación inversa. Por tanto, sacar las consecuencias políticas contrarias. La crisis no es de oferta, sino de demanda. El capitalismo ha vuelto a lo que solía: crear más oferta que demanda. Por todas partes sobra capacidad instalada para producir, y lo que falta es capacidad para comprar. Las sucesivas burbujas tecnológica, inmobiliaria, etcétera, que se han producido desde hace 15 años nos indican que, por vías reales o ficticias -quizá mitad y mitad-, había más dinero disponible que capacidades de inversión. Ésa es la esencia de toda burbuja, desde los tulipanes, en la Holanda del siglo XVII, hasta las punto.com de ayer. Estaríamos, pues, en una crisis generada por una sobreexplotación que produce un exceso de acumulación de capital.
¿Detrás de ello qué hay? Pues simplemente una injusta distribución de la renta, tanto en términos nacionales como internacionales. Y así es. Aunque pocas veces se la sitúa en la génesis de esta crisis.
En Estados Unidos, en los últimos años, se ha producido un sesgo sin precedentes históricos a favor de los beneficios empresariales. El porcentaje de renta nacional dedicado al pago de salarios es el más bajo desde que hay estadísticas, en 1929. Desde 2002, los beneficios empresariales han crecido ocho veces más que los salarios, y por eso no sorprende que los ricos hayan incrementado su riqueza nueve veces más deprisa que los pobres. En China, la distribución de la renta es peor que la de Estados Unidos. Para muestra, un botón: el índice de Gini, que mide la desigualdad en la distribución de la renta (0: igualdad absoluta, todos iguales. 1: desigualdad absoluta, uno se lo llevaría todo), en Europa se mueve entre el 0,25 y el 0,35; en España, por cierto, es el 0,34. En Estados Unidos es el 0,40, y en la comunista China, el 0,46. Este último, en el furgón de cola. La Eurozona, por su parte, ha resistido mejor, pero en la última década los salarios reales han crecido la tercera parte que la productividad, y en el último quinquenio, sencillamente, están cayendo. No hablemos del antiguo bloque comunista, con sus nuevos y estrafalarios millonarios, o de otros lugares del mundo.
Una de las novedades que la crisis ha traído consigo es la vuelta de la problemática socioeconómica a las parrillas de alta audiencia de televisiones y radios. La posmodernidad se esfuma, y en la sociedad líquida emergen los arrecifes. Los problemas identitarios y el sinfín de acontecimientos llamativos que reclamaban la atención de los medios ha cedido el paso a las tasas de paro, las caídas de ventas, las quiebras empresariales y la marcha de las bolsas de valores. Entre tanto fragor, muy pocos parecen hablar sobre la vieja historia de la distribución de la riqueza. Para los iniciados, las páginas salmón de la prensa narran las Technicality en las que se han movido las burbujas. Y ahí se paran. No en vano, venimos de una economía apolítica en una sociedad que se pretendía poseconómica.
Se piden más controles públicos sobre el mercado, pero se oyen pocas voces pidiendo más igualdad. Se culpa de la crisis al descontrol en la codicia, pero se habla poco de las injusticias subyacentes. No se ve que la izquierda política levante contra "la sociedad de la desigualdad", que se nos viene presentando como si fuese "la naturaleza de lo social", una bandera teórica y política tan nítida y decidida como la que, en su día, el neoliberalismo conservador levantó contra el Estado de bienestar. Se oye poco decir que la equidad, además de ser mejor moralmente, es también más eficiente.
Ciertamente, sería ingenuo no tener en cuenta la tremenda complejidad en la que hoy se desenvuelven los parámetros económicos que marcan las diferencias entre ricos y pobres. Todas las Technicality me parecen pocas para explicarlos. Pero más ingenuo, o mayor impostura, sería pensar que las relaciones de dominación entre humanos han desaparecido de la historia. Por eso la economía es siempre economía política.
Justo Zambrana, subsecretario del Ministerio del Interior, ha publicado El ciudadano conforme (Taurus) y La política en el laberinto (Tusquets).

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domingo, 19 de abril de 2009

Economía y psicología en tiempos de recesión económica

José Fuentes-Salinas es graduado de la facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro, México.
¿Cuál es el papel de la subjetividad individual en los vaivenes de la economía actual en crísis?...
Más allá de los factores materiales del mercado, ¿hay otras cosas menos visibles que deberíamos tomar en cuenta?
Todo parece indicar que sí.
Negación de la realidad y la manipulación de la expectativas.
- Hasta lo que ahora se ha dicho, buena parte del problema se derivó del derrumbamiento del mercado inmobiliario. En este, por un lado se generó una creciente expectativa de que las casas eran una forma de inversión al alcance de todos, y, por el otro lado, las compañías crediticias y las entidades reguladoras no les pasaron a los consumidores la "prueba de realidad" para saber si realmente podían pagarlas.
Confianza del consumidor, precauciones reales y exageradas.- Cuando se presentan los primeros signos de la crísis económica, la oferta de casas supera la demanda, las casas pierden su valor y son hipotecadas, la mayor disponibilidad de casas hace que los bancos se vayan en picada y que los créditos se dificulten. Como una reacción en cadena, baja el consumo, empresas diminuyen sus inventarios, recortan personal...
Cuando los medios de comunicación empiezan a enunciar las características de la crísis, como la "mayor desde la época de la Gran Depresión". Los factores subjetivos del consumo se hacen presentes en forma de una desconfianza con respecto al futuro.
Es en este eslabón donde la psicología del consumidor empieza a jugar un papel más importante. Ya no solo quienes habían perdido sus casas o su empleo rebajan el consumo, sino quienes temen que ellos mismos se podrían ver en una situación semejante.
El incremento de los precios de la gasolina del 2008 fue un campanazo más que haría que muchos retrajeran su consumo. Aquí hay que recordar que la Invasión a Irak, que para muchos creó la fantasía de que el petróleo se abarataría, tuvo un efecto desastrozo cuando se visualizó como algo más complicado que impediría el control de sus recursos petroleros.
Psicología del consumo individual y realidad macroeconómica.- La economía actual ha generado una serie de comportamientos, algunos de los cuales tienen más conexión que otros con lo que realmente ocurre.
-La inseguridad sobre el comportamiento de los precios de la gasolina redujo el uso del auto y creó expectativas exageradas en los autos híbridos y eléctricos. Esto hizo caer dramáticamente la demanda de nuevos autos, con la excepción de algunos modelos de bajo consumo de gasolina.
-La caída de los precios de las casas, hizo que muchos posibles compradores se esperaran hasta que la devaluación de la propiedad tocara fondo, incrementando aún más el inventario de propiedades disponibles.
-La mención de "La Gran Depresión" trajo inmediatamente para muchos las imágenes de las lineas de personas esperando un plato de sopa y otras penurias que no necesariamente reflejan lo que podría ocurrir ahora que hay una "paraguas asistencial" más complejo.
-Por otra parte, una vez desatado el desorden en el mercado de capitales, los datos sobre la corrupción en los niveles ejecutivos de los bancos y las compañías inversionistas (bonos exagerados a los CEOS, caso Madoff...) contribuyó aún más a la desconfianza del consumidor.
El mensaje era este: no se puede confiar en la legalidad de la economía de mercado, y el gobierno no ha sido muy eficiente en la supervisión de esta legalidad.
¿Qué se puede hacer?.- Toda la atención del gobierno de Obama está centrada en reestablecer la confianza de los inversionistas y ofrecer, al mismo tiempo, la esperanza a los consumidores de que la economía va a mejorar.
Pero, mientras esto ocurre, las economías locales y regionales ya se han visto afectadas al grado de producir nuevos factores psicológicos que prolongan la incertidumbre y la ansiedad de los consumidores.
El Estado de California acaba de pasar por una de los mayores debacles presupuestales en épocas recientes. El déficit derivado de una menor recaudación fiscal llevó al gobierno de Sacramento a detener por varias semanas el presupuesto del estado. Como resultado, California tuvo que recortar programas sociales y educativos, y aumentar impuestos.
Por otro lado, muchas ciudades han visto disminuída la captación de impuestos, con lo que habrán de tener que recortar proyectos sociales.
Todo este escenario crea condiciones para que no solamente la población desempleada, sino la que aún conserva sus trabajos, se vea afectada por la incertidumbre de la economía.
Además, hay que subrayar que una de las actividades económicas que primero son afectadas en crisis económicas tienen que ver con la salud mental: el recreo (conciertos, restaurantes, espectáculos...).
El ciudadano promedio en esta época está preocupado por:
-Conservar su trabajo.
-Por la disminución del valor de su fondo de ahorro.
-Por la imposibilidad de hacer gastos recreativos que lo mantenían en balance emocional.
-Por la imposibilidad de hacer más por parientes y amigos que han perdido su empleo.
-Por la incertidumbre sobre el futuro económico que le heredarán a las nuevas generaciones.
En este panorama económico, el desacuerdo entre el partido republicano y la administración de Obama es solo un factor agregado a la "crisis de ansiedad" colectiva.
Es por ello que, en el contexto actual, lo que más ayudaría a disminuir las ansiedades colectivas, sería la claridad con que el gobierno de Obama, los representantes de las corporaciones y de la Sociedad Civil tomaran una postura más coherente hacia la crísis económica.
La subjetividad individual, la psicología, tuvo un papel importante en el origen del actual desenfreno económico. La falta de racionalidad en el gasto y el endeudamiento tuvo mucho que ver en los incios de esta recesión. Ahora, una mayor racionalidad en el comportamiento colectivo, institucional y corporativo, es el requisito para que se restablezca la economía.
Recetas para paliar la crisis.- Consumir, ejercer el "poder de compra", no solamente satisface necesidades materiales (alimentarse, vestirse, transportarse...). El consumo tiene un correlato psicológico importante: estar al día con lo ocurre afuera, informarse, disfrutar de lo que ocurre en el mundo, pertenecer a un grupo que se unifica por lo que adquiere, incorporar los símbolos del "progreso"... De ahí que sea importante pensar en ello.
La mejor solución para satisfacer las "necesidades psicológicas" de consumo están en la reducción de los gastos a un nivel cláramente controlable:
-Si no se siente como para echarse el compromiso para comprar un auto, por lo menos cómprese una bicicleta.
-Si no está en situación de hacer viajes largos, por lo menos dese una vuelta a esos lugares cercanos que no son muy caros (cafés, parques, playas...)
-Si no puede está en condiciones de pagar tickets caros para espectáculos, por lo menos váyase al cine.
-Compre aquellas pequeñas herramientas que le permitirían ahorrar algún dinero en reparaciones, o pequeños detallitos personales que le producen pequeños placeres y no le causarán "sentimientos de culpa" posteriores.
En resumen: sea frugal, pero no exagere.

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sábado, 8 de diciembre de 2007

DOS IDEAS DISTINTAS DE PROGRESO


Alberto BUELA
Al ingeniero Ramón Canalis, ocupado en estos temas
La idea de progreso sin fin es una de las ideas de la modernidad que se han quebrado con mayor resonancia. Ya nadie cree en su sano juicio que la humanidad esté progresando indefinidamente, sobre todo después de los dos bombazos atómicos, una guerra mundial con 40 millones de muertos en el centro de la culta Europa, con más de 100 millones de muertos producidos por el comunismo y más de 70 conflictos bélicos locales de alta densidad durante el siglo XX. Todo ello adornado con varios genocidios, desde el armenio en 1915 al africano de Darfour que desde el 2003 hasta el presente se come 10.000 muertos por mes. (1)
Sobre estos datos brutales, ¿puede el hombre renunciar a la idea de progreso? No; lo que hay que hacer es entenderla de otra manera. Dejar de entender el progreso como la urgencia de incrementar la riqueza material y pasar a entenderlo como equilibrio. Así sostenemos que debemos pasar de la idea de progreso como crecimiento y productividad a la de equilibro y sustentabilidad. Hay que asociar la idea de desarrollo material, con la que tanto tiene que ver la ingeniería, con las nociones de equilibrio sustentable. Hay que resolver la ecuación entre mayor calidad de vida, siempre reclamada por la naturaleza humana, y la preservación del entorno natural en que vivimos.

Hay un agudo sociólogo mexicano, Sergio Zermeño quien en un libro sobre La desmodernidad mejicana (2) platea la tensión entre estas dos nociones de progreso: la ilustrada y la postmoderna, que sostenemos nosotros. En realidad la idea postmoderna de progreso se enraiza en la idea premoderna de equilibro tan cara al pensamiento greco-romano que se desarrolló en todos los dominios bajo el lema de Solón Mhden agan(meden ágan)= Nada en exceso. Después vulgarizado en el apotegma: Todo en su medida y armoniosamente.
Ya pasaron tres siglos desde el lanzamiento de la idea optimista de progreso por parte de W. Penn, conocido como el Abad Pierre, en su trabajo Proyecto de una paz continua de 1712, en donde trabajaba en un programa de Gobierno Mundial. Luego esta idea fue retomada por filósofos como Kant en su libro Sobre la Paz perpetua de 1794 y más tarde ya a mediados del siglo XX por H. Kelsen en Derecho y paz en las relaciones internacionales de 1942, estos grandes teóricos seguidos de otros muchos más el apoyo irrestricto, a la idea de progreso lineal y continuado, por parte de los grandes grupos de poder como la masonería durante los siglos XVIII y XIX, y los aparatos del de poder del pensamiento liberal del siglo XX al que se le suma el progresismo ínsito en la teoría marxista, todo ello hace que la idea de progreso lineal, continuo y progresivo de la historia del hombre en sociedad, haya tenido vigencia durante los últimos tres siglos. Y fueran necesarias una serie de hecatombes ocurridas durante el siglo XX para que un reconocido teólogo protestante Jüngen Moltmann, exclamara horrorizado: "Los campos de cadáveres de la historia reciente, nos prohiben toda ideología del progreso".
Esta ideología del progreso fue, además, de hecho cuestionada y devaluada por la propia acción cómplice de la izquierda política que justificó los crímenes atroces de gobiernos reaccionarios como los de Stalin, Ceaucescu, Kim Il Sung, Pol Pot y tantos otros. También desde la izquierda a través del sociólogo no conformista Serge Latouche, con su idea de décroissance soutenable ou décroissance conviviale se alienta el abandono de la fe en el progreso indefinido.

El asunto consiste entonces ¿cómo llevar a cabo un progreso siempre necesario para el mayor y mejor confort del ser humano en vista a una mejor y mayor realización de su propia esencia, naturaleza o vocación sin caer en la explotación desmedida de los medios que el mundo le ofrece a la cada vez más desarrollada tecnología del desarrollo para el consumo y la fabricación de productos? Si algo es esta pregunta, es una pregunta filosófica que es demasiado seria e importante en orden al destino del hombre sobre la tierra para dejar que la respondan sólo los políticos, economistas y sociólogos. Los filósofos tendrían que hacer el esfuerzo de intentar responder esta pregunta liminar. Nosotros como simple arkeguetas nos animamos a destacar dos o tres ideas fuerza en torno a ella.
1) El hombre no debe renunciar a la idea de progreso sino que debe entenderla y realizarla como equilibro entre sus necesidades cada vez mayores y más complejas y su medio ambiente cada vez más deteriorado y maltratado. Para ello tiene que romper con el mito ilustrado de que toda reacción es mala. La imbecilización intelectual de lo políticamente correcto sostiene a raja tabla que reaccionario es el partidario de restablecer lo abolido por una acción progresista (ver revista Ñ de Clarín). Esta versión falaz, disminuida y limitada de la idea de reacción es la que ayuda y justifica, más que ninguna otra, al imperialismo y las multinacionales a devastar el mundo (ej. como lo hará la papelera Botnia sobre el río Uruguay) anulando y demonizando toda reacción. El reaccionario no es el troglodita que desea volver a las cavernas sino el hombre "reactivo", aquel que aún tiene sangre en las venas y puede reaccionar ante una injusticia. Y para ello necesita ser fuerte, apoyarse en la idea o virtud de la fortaleza, que se caracteriza más bien por el sustinere= el saber soportar, que en el aggredere= el agredir. En una palabra, la fortaleza de aquel que puede reaccionar consiste en que conserva la capacidad de rechazo, la fuerza para decir no a pesar que su causa está casi perdida.
Según el silenciado pensador colombiano Nicolás Gómez Dávila (1913-1994) en su libro Sucesivos escolios a un texto implícito: "Los reaccionarios le procuran a los bobos el placer de sentirse atrevidos pensadores de vanguardia. No son pensadores excéntricos, sino pensadores insobornables. La objeción del reaccionario no se discute, se desdeña". Al haber logrado eliminar la capacidad reactiva, de reacción demonizando la idea de reaccionario y además limitándola al ámbito político, lo que ha logrado el pensamiento único, aquel que nace de la Ilustración y llega a nuestros días bajo el nombre de progresismo, es transformar a los pensadores e investigadores en eunucos intelectuales, que se entretienen con los textos como pretextos para otros textos, mientras la dura realidad se les escapa a sus observaciones.

2) El hombre no puede renunciar a la idea de progreso pero no puede entenderla como un desarrollo lineal en donde lo último es siempre lo mejor y lo más apropiado para el despliegue de su naturaleza. Éste es el error del progresismo que ha entendido y asumido "la vanguardia como método" pues su gran temor es no aparecer nunca como antiguo, como viejo, como pasado de moda.
Esto lo vio y lo describió con gran agudeza Martín Heidegger en Ser y Tiempo hablando a propósito de los rasgos de la existencia impropia, uno de los cuales es la "avidez de novedades" que tanto caracteriza a la intelligensia.
La idea de progreso, según nuestra opinión, tiene que estar vinculada a la idea de equilibrio de los efectos. Progreso en la medida en que las consecuencias o efectos del mismo se equilibran de tal forma que puedo realizar nuevos progresos sin anular los efectos del primero. Esta es nuestra idea fuerza y le pido al amable lector que llegó hasta acá, que la relea. Esta idea de progreso que volcamos acá está directamente reñida con la idea de desperdicio, uno de los problemas más acuciantes de las sociedades desarrolladas.

(1) Hay que anotar además que el mayor genocidio del siglo XX, el ucraniano de los años 1933 al 35, producido, ordenado y llevado a cabo por la troika hebrea de Moissévitch Kaganovitch; Kalinine y Genrikh Iagoda al servicio de Stalin ocasionó más de 10 millones de muertos, todos ellos cristianos.
(2) Zermeño, Sergio: La desmodernidad mejicana y las alternativas a la violencia y a la exclusión en nuestros días, México, Ed. Océano, 2005
Lunes, 01 de Octubre de 2007 01:10
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SIMULACRO Y RESENTIMIENTO EN LA SOCIEDAD DE CONSUMO


Alberto BUELA
La simulación como mecanismo de dominio, lo hemos afirmado en otros trabajos (1), se aproxima cada vez más a la perfecta imitación; lo aparente ha logrado sustituir a lo real y verdadero.
El presente ya no es promesa porque el futuro nos ha alcanzado. Todo nos indica que el futuro es la profundización del simulacro en todos los niveles. Se ha enseñoreado la mentira en todas partes. Los gobiernos progresistas de todo el mundo levantan como bandera, en una actitud más declamativa que real, la "igualdad de oportunidades", oportunidades que al no abrirse ni brindarse por los méritos sino por acomodo, terminan penalizando a los bien dotados, que abrumados se retiran de la vida pública y política, en un repliegue que aprovechan los mediocres.
La impostura del progresismo al otorgar infinidad de derechos, pero de hecho incumplibles, que se compromete y obliga a respetar, pero que al no poder satisfacer transfiere la responsabilidad al ciudadano perjudicado para su cumplimiento. Así, la culpa es de la víctima que no supo hacer respetar sus derechos. Ellos desde el poder solo administran los conflictos, no los resuelven. Incluso se juzga a los criminales de la Dictadura Militar "como sí" fueran criminales. Y no por ser criminales. Incluso se les agrega el epíteto de "genocidas", con lo cual se bastardea además la idea de genocidio.

Es que para el progresismo la idea de simulacro le es consustancial a su pensamiento. Sin ir más lejos, cuando la futura presidente de los argentinos viajó a Francia y hablo del "genocidio de la dictadura", Sarkozy, principal instrumento del sionismo francés, ni la recibió y el lobby hebreo galo lo tomó como une boutade. Es que la seriedad del tema de genocidio y su carácter extremo y profundísimo es tal que, de hecho, hasta ahora solo ha sido reconocido en el mundo el holocausto judío de la segunda guerra. Ni el genocidio armenio, ni el de Biafra, ni el camboyano (2,3 millones de muertos en tres años) ni el mayor de la historia de la humanidad, el holondonor ucraniano con 10,4 millones) han podido ser declarados genocidios. Es que el progresismo usa y gasta los términos pero no produce ningún efecto a partir de ellos, sea para aplicarlos sea para anularlos. Se agota como Habermas en la comunicación, en el chamuyo diría un reo.

Con todo esto dicho, que son datos contundentes e inconmovibles, nuestro gobierno progresista sigue, viento en popa, acusando de genocidas a diestra y siniestra a cuanto personaje se le cruza por el camino. Hace unos días nomás le tocó al cura von Wernich, quien fue juzgado, no por sus convicciones políticas, ni por su participación en las torturas, ni por sus asesinatos sino que fue juzgado "como sí fuera un criminal" y no por ser criminal. La farsa, el simulacro llegó al límite que le asignaron un juez judío para juzgar a un cura, cuando es sabido, hasta por el más zafio, que eso es un sin sentido. Que existen prejuicios éticos-religiosos por parte del juez que cualquier incipiente abogado puede hallar y así pedir la invalidación del juicio. Se pasaron por el traste la tensión existente entre la Sinagoga y la Iglesia en el seno de la historia de Occidente. La saltean, no es tenida en cuenta, ni siquiera como dato menor. Un verdadero cambalache jurídico, político y teológico. ¿Cuánto puede durar esta condena?. Lo que un flatus (pedo) en una canasta. Pero no importa igual hay que simular. Y lo lamentable que las víctimas reales de la dictadura, lo toman por serio. Creen en semejante fantochada
Esto nos recuerda cuando el 29 de agosto de 1799, fecha en que murió el papa Pío VI prisionero de los franceses, los periódicos obedientes a Napoleón publicaron la noticia bajo el título: "Murió Pío VI y el último". Porque tanto Bonaparte como los jacobinos y la sociedad francesa ilustrada, pensaban que al desaparecer el Antiguo Régimen se cerraba un capítulo de la historia y desaparecía también la Iglesia. Es que el progresismo siempre ha tenido la tendencia a hacer finalizar un período de la historia y comenzar otro con ellos mismos. Así toda la historia reciente de España se resume en Zapatero y sus leyes de reparación histórica para comenzar desde cero. Esto es, para comenzar desde él mismo.
Con Kirchner pasa más o menos lo mismo. Se despiertan todos los demonios ocultos que encierra la sociedad para hacer "como sí" se los juzgara a través de juicios fraudulentos e inmorales, dejándolos luego en una especie de limbo o vida vegetativa, sin eliminarlos, con lo cual, estos demonios tarde o temprano vuelven a sus andadas. Desoyen el sabio consejo de Maquiavelo: "al enemigo no hay que herirlo; hay que matarlo". Ese gran filósofo que es Massimo Cacciari lo ha calado hondo: "los gobiernos progresistas de hoy se manejan con la idea de pax apparens administrando los conflictos pero no resolviéndolos".
¿Cómo terminó la parodia y simulacro del juicio de Napoleón a la Iglesia? Roma acogió y refugió en el palacio Venecia a Leticia, su madre y también a sus hermanos Luciano y Luis. Y además le envió al abad corso Vigco a Santa Elena para que le diera los últimos sacramentos. Es que el simulacro y la farsa, sobre todo en la justicia, no puede desplazar por mucho tiempo a la verdad. Porque la esencia de la justicia es la restitutio y cuando está mal administrada reclama eso: restitutio. Y los regímenes progresistas que piensan en todo momento comenzar la historia, lo que hacen es desarmar la historia para armarla ad hoc, en función de sus aspiraciones políticas. Ellos se manejan con la idea de "la historia que no pasa" de la que habla Ernst Nolte. Lo que explica el por qué de la exaltación actual de la memoria por sobre la historia y, por ende, la manipulación de la historia en función de sus intereses subjetivos y políticos.
Lo grave es que las víctimas de las dictaduras totalitarias y sangrientas cambian sus antiguos padecimientos por dinero, indemnizaciones o pensiones ad vitam. Quedando para toda la vida representando el papel de víctimas en uso del monopolio del sufrimiento, papel que no les deja lugar para el desarrollo de su propio ser íntimo, el de su propia índole. Y así van por el mundo y por la historia perorando acerca de sus padecimientos pero, casi nunca, pudiendo hablar de lo que realmente hacen, y de lo que realmente sufren y gozan en la vida que aún les queda por vivir. Seguramente, lo más cierto es que estos pobres seres, hombres y mujeres, utilizados por el progresismo sólo para justificar sus ambiciones políticas y de poder, me van a acusar en Argentina de defender al, políticamente, indefendible cura von Wernich y en España de defender al régimen franquista. Ante ambas acusaciones sólo me queda un recurso: váyanse bien al carajo. Pues si éste fuera el caso, solamente mostraría que la alienación de estos pobres seres ha sido total y completa. Los han dejado en condiciones de no entender absolutamente nada de nada. Reducidos a ser un "cacho de carne con ojos" cuya motor es el resentimiento, que nació, como dice Nietzsche "en el momento mismo en que no les dejaron hacer aquello que quisieron hacer".
Esta mezcla de progresismo y resentimiento nace en nuestras sociedades contemporáneas a partir de aquello que denominó Gonzalo Fernández de la Mora: la envidia igualitaria. Porque el resentimiento, que es un sentimiento tan sutil que hasta los alemanes han importado el término para designarlo en francés ressentiement, es como su nombre lo indica: un volver a sentir que expresa una emoción negativa, que podemos caracterizar como "rencor", entendido como un enojo retenido. Así pues, vinculados al resentimiento expresado en el rencor aparecen la venganza, la envidia, la maldad, el odio, la ojeriza, la perfidia. Motores emocionales que mueven, como sucedió con el jacobinismo napoleónico, al progresismo político de nuestros días.
No podemos dejar de recomendar sobre el tema del resentimiento el extraordinario, el libro, fuera de lo común, de Max Scheler El resentimiento en la moral (1924) en donde el filósofo desmenuza en sus mínimos detalles este sentimiento tan propio de la modernidad, que conforma esa turbia amalgama entre utilitarismo, negación de lo superior, impotencia vital, filantropía, subjetivización de los valores, socialismo cristiano y "el hecho de que el espíritu judío represente un gran papel como el más antiguo usuario del resentimiento" (p.204).

(1).- "Ensayos de Disenso", Ed. Nueva República, Barcelona 2004 y "Metapolítica y filosofía", Ed. Theoria, Buenos Aires 2005
Lunes, 12 de Noviembre de 2007 00:46

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"No saber leer es peor que fumar"

ENTREVISTA: MERCEDES CABRERA Ministra de Educación y Ciencia
JUAN CRUZ - elpais.com

Trata de evitar una interpretación catastrofista del Informe PISA, que ha sacado a la luz las debilidades de la educación española. Prefiere ver el vaso medio lleno -y mucho más lleno que hace unos años- que medio vacío.
Pregunta. ¿Cuál fue su sensación cuando recibió los datos?
Respuesta. Que recibo un retrato de la sociedad española. Estamos donde hace veinte años nunca pensamos que íbamos a estar: en el grupo de los países más desarrollados de la OCDE.
P. ¿Y esos resultados?
R. Si digo que son buenos se interpretará mal. Pero nos sitúan junto con la media de la OCDE, a centésimas de algunos de los que más respetamos y con los cuales queremos compararnos. ¿Mejorables? Por supuesto.
P. El ranking dice que son malos resultados.
R. Porque queremos ser los primeros, y me parece muy loable. Ojalá que el desafío de ser los primeros en educación fuera el desafío permanente de toda la sociedad española, no sólo cuando sale el informe PISA sino 365 días al año... Y no parece ser una prioridad, mire las estadísticas del CIS.
P. ¿En qué se fijó más?
R. En el problema de la lectura. Hay que verlo con cautela. No es el centro del análisis del informe PISA. Pero en comprensión lectora hay un descenso que hemos de mirar con precaución: es un descenso generalizado. ¿Más preocupante el caso de España? Probablemente.
P. ¿Usted no estará hablando como esos entrenadores que pierden y elogian al equipo?
R. Para nada. Pero sí me parecen injustos comentarios que se hacen sobre el sistema, con poca información, que no contribuyen a mejorarlo.
P. ¿Qué comentarios?
R. Como que estamos en el fondo de un abismo, y no es cierto. También se dice que estamos empeorando. Y no estamos empeorando. Para afirmar eso tendríamos que ver los informes PISA de hace veinte años, y no había. Asumo mi responsabilidad, pero lamento decir que muchas veces la responsabilidad social sobre estas materias se manifiesta de manera muy hipócrita. Nos preocupamos cuando sale el informe y sacamos los datos fuera de contexto.
P. Hemos bajado veinte puntos en comprensión lectora. Eso es muy malo.
R. No voy a quitarle importancia al asunto, que siempre nos preocupó; estamos haciendo esfuerzos, creamos bibliotecas escolares, hemos reforzado en la Ley Orgánica de Educación la obligación de la lectura, estamos haciendo un ejercicio de recuperación de esa lectura que se hacía y que quizá hemos dejado de hacer en las escuelas o en las casas.
P. Lo español se opone a lo finlandés. ¿Qué hacen ellos que no hagamos nosotros?
R. El informe PISA distingue por áreas; nosotros estamos en el área mediterránea, y ahí estamos por delante. Nos comparamos con los países a los que nos parecemos más por muchos motivos. Podemos compararnos con Finlandia. Es un ejemplo. Pero los propios responsables del informe han dicho que PISA no da modelos, y que un modelo trasplantado a otro sitio no funciona. Ahí hay un índice que evalúa el nivel educativo de los padres, el entorno social en el que el joven estudia, el número de libros que hay en las casas... Si aplicamos el filtro que significa ese índice, el sistema educativo español no sólo lo hace bien sino que lo hace muy bien. No hay modelos, hay referencias.
P. ¿Cuáles son?
R. Una es la autonomía de los centros escolares, que necesitan una identidad propia, la capacidad para adaptarse al tipo de alumnos que tienen, y otra es la calidad del profesorado... Y en esas direcciones vamos... Se va a poner en marcha el título de Grado, para maestros de educación infantil y primaria, y habrá un máster universitario para la formación de profesores de educación secundaria.
P. Dice que estamos en la cola en la preocupación por la educación. ¿Qué consecuencias tiene eso?
R. Tiene bastante que ver con la queja del profesorado del poco reconocimiento hacia maestros y profesores. Tenemos un mar de contradicciones sobre la educación; los grandes avances en la educación en este país se han producido en las últimas dos o tres décadas. Hemos tenido un gran colapso educativo que duró mucho tiempo.
P. ¿Ve posible un pacto de Estado sobre estas materias?
R. Si se quiere llamar así... El pacto entre los partidos tendría que consistir fundamentalmente en no utilizar la educación para tirarse los trastos.
P. A lo mejor están poniendo demasiados paños calientes y la sociedad termina diciendo: "Dicen la ministra y el presidente que no es tan grave". ¿Cómo se va a alarmar la sociedad si ustedes no están alarmados?
R. Lo que decimos es que no está empeorando el sistema educativo; no es cierto que estemos en el abismo. Y eso es lo que quiero que quede claro, y queda claro en el informe PISA.
P. Pero estamos en la mitad de la tabla. Como en el chiste, ni frío ni calor.
R. No es que no haga ni frío ni calor, o que estemos cerca del 500. Es que estamos junto con los países de la OCDE.
P. En un número bajito.
R. Y le doy toda la importancia, de cara al futuro, porque está claro que o sabemos leer y entender lo que leemos o desde luego que sí nos vamos a retrasar en relación con otros países. Hemos tenido un sistema educativo que hasta antes de ayer, porque 1991 es antes de ayer, no tenía la escolarización obligatoria a los 16 años.
P. ¿Qué sigue siendo malo?
R. La falta de flexibilidad. Y yo creo que lo peor del sistema educativo es la imagen que tiene, y que no se corresponde con la realidad. Debemos implicar a la sociedad. Siempre hablamos de Finlandia, pero es que en Finlandia hay una sociedad que ha entendido, desde hace mucho tiempo, que esa era la oportunidad de futuro.
P. Muchos titulares han hablado de fracaso y de culpa. ¿A usted le han preocupado más los titulares que los datos?
R. Me preocupan los datos, desde el principio; pero me preocupa mucho más que los titulares no se ajusten a la realidad. El sistema educativo español ha sido capaz de responder a los retos que ha tenido esta sociedad en los últimos 30 años. No ha fracasado el sistema educativo.
P. ¿Si usted fuera sólo profesora ahora analizaría igual los datos?
R. Pues sí, porque una de mis primeras reacciones cuando vi el informe PISA fue recordar algunos mapas que aparecen en libros de historia económica y de historia social sobre el proceso de alfabetización en España. Y recordé que hasta muy tarde tuvimos unas tasas de analfabetismo muy altas. Y que después de un enorme esfuerzo interrumpimos el esfuerzo a principios del siglo XX... Intentemos comparar los índices de fracaso con los que había antes de 1991, cuando la educación no era obligatoria hasta los 16 años.
P. "Los chicos no son capaces de leer tres líneas sin perderse".
R. Terrible sobre todo porque no saben lo que se están perdiendo. Yo creo que aquí tenemos una enorme responsabilidad todos. Todos. Y por supuesto el sistema educativo... Estamos en una sociedad en la que prima la imagen, los jóvenes tienen su propio lenguaje, el chat, el sms. Todo eso es una realidad que tendremos que incorporar a la explicación de qué pasa con la lectura.
P. ¿Y por qué ustedes no hacen una campaña para la lectura tan agresiva como la que la ministra Salgado hizo para que la gente dejara de fumar?
R. Probablemente hace falta una campaña de este tipo. Y lamentaría que la sociedad fuera menos receptiva ante una campaña de este tipo que ante la campaña contra el tabaco, porque quizá para la salud es peor no saber leer que fumar.
P. Por cierto, ¿cómo está usted de lectura?
R. Toda la que puedo. Y ahora mismo sí tengo que reconocer que leo fundamentalmente novelas.
P. ¿Y eso qué significa?
R. Eso significa que antes leía novelas y libros de historia, de ciencia política, de sociología, y ahora leo fundamentalmente novelas.
P. Cuando el presidente Zapatero le ha propuesto que siga, ¿qué le ha dicho?
R. Bueno, no sé por qué se da por hecho que me ha dicho que siga, pero bueno...
P. ¿Y si se lo dijera?
R. Cuando uno asume responsabilidades públicas es consciente de lo que está asumiendo. Y ha de seguir en esas responsabilidades mientras piense que se está cumpliendo con ellas. Y horizontes hay muchos.
P. Ministra, ¿el vaso está medio vacío?
R. ¿El de la educación? Medio lleno. Estaba medio vacío hace nada. Podemos seguir llenándolo.

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